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Yuri Alvear ganó la medalla de plata en judo en los 70 kg en los Juegos Olímpicos 2016

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El pasado viernes, Yuri Alvear paseaba orgullosa por la pista atlética del estadio Maracaná en Río de Janeiro, luciendo el tradicional sombrero paisa junto al traje oficial de la delegación de Colombia y portando la bandera del país en la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos.

El miércoles, ya vestida de judoca, posó triunfante ante las cámaras al ganar la medalla de plata en la categoría de 70 kilos.

Tras un gran desempeño a lo largo de la jornada en el pabellón olímpico, Alvear perdió la final por ippon ante la japonesa Haruka Tachimoto. Pero sus tres victorias anteriores le valieron para conquistar la segunda presea olímpica de su notable palmarés, pues la cafetera ya se colgó otra de bronce en Londres 2012, además de contar con tres oros en los campeonatos del mundo.

«Mejoré respecto a Londres y me pude subir al podio nuevamente. Me voy contenta y feliz porque lo di todo en una competencia muy fuerte», declaró Alvear, exhausta pero radiante por el metal conseguido en su tercera participación olímpica. «Le dedico esta medalla a Dios, a mi familia y a todos los colombianos».

A la oriunda de Jamundí, en el Valle del Cauca, le gustó la pelea ya desde el colegio, y el miércoles supo canalizar ese ardor guerrero a lo largo de su notable competencia.

Clasificada directamente a la segunda ronda, se deshizo en octavos de la puertorriqueña María Pérez, quien recibió tres sanciones y abandonó el tatami entre sollozos. Y a la española María Bernabéu la barrió en cuartos.

En semifinales se deshizo con suspenso de la británica Sally Conway, requiriendo del punto de oro en el desenlace. Y ya en la final, las cosas se le torcieron desde el principio, sin posibilidad de revertir la situación ante Tachimoto.

La medalla de bronce fue para la alemana Laura Vargas Koch, quien derrotó a Bernabéu por el tercer lugar.

«Me apresuré en la final y Tachimoto ya me llevó ventaja durante el combate. Luego arriesgué, porque soy una judoca ofensiva, pero las cosas no me salieron. Japón es potencia en judo y así es el deporte», analizó.

De origen humilde, Alvear sabe lo que es batallar sobre el tatami y en la calle, pues debió costearse los gastos de competición al inicio de su carrera, recolectando fondos con imaginación y constancia.

«La clave de su judo es su dedicación, constancia y perseverancia», apuntó el seleccionador nacional Baudilio Hernández. «Mentalmente es muy fuerte y no se viene abajo. Tiene una condición física enorme, excelente técnica y capacidad de concentración. Va de menos a más en los combates».

El largo camino recorrido hasta lugares como Japón, donde suele entrenar bajo la tutela del maestro Noriyuki Haykawa, la llevó, a sus 30 años de edad, a representar el país sudamericano en Río; primero sucediendo como abanderada al gimnasta Jossimar Calvo.

Pero cuando Alvear realmente puso en primer plano los colores de Colombia fue ya iniciada la competición cinco días después, cuando le dio al país su segunda presea de los Juegos para añadir al oro del pesista Oscar Figueroa en el medallero.

«La plata significa mucho para mí. El judo es un deporte subdesarrollado en mi país y estoy abriendo camino. Que alegría que todos los deportistas hayan podido ver la garra que tenemos los colombianos. Ahora quiero disfrutar con mi familia y mis entrenadores», concluyó la judoca, licenciada en educación física por la universidad de Cali, y doctorada finalmente en Brasil sobre el tatami.

Por: AP / Foto: Reuters / Twitter: @Semaforodeporti

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