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A pesar de haberse adelantado en el marcador, Argentina llega con individualidades en baja forma física y futbolística.

Lionel Messi se convirtió en el único jugador argentino en marcar en cuatro copas del mundo.

Madrugando con la intención de ver al seleccionado dirigido por Lionel Scaloni, Argentina debutaba en el mundial con gran presencia del público ‘albiceleste’. Con un penal en el 10′, Lionel Messi puso en ventaja momentánea al dos veces campeón del mundo. Sin embargo, llamó poderosamente la atención el bajo nivel en la mitad de la cancha del seleccionado argentino. Ni Leandro Paredes, ni Rodrigo De Paul mostraron sus mejores armas a la hora de repartir el esférico.

En un compromiso lleno de fueras de juego por parte del seleccionado argentino, la única presencia visible por parte del actual campeón de América fue del ‘Papu’ Gómez. El atacante del Sevilla fue de los pocos puntos altos de de Argentina. Y fue evidente que las bajas por lesión dentro del vestuario ‘gaucho’ comprometieron el nivel colectivo del equipo de Scaloni. Fueron pocos los ataques en la primera mitad por parte de Arabia Saudita, sin embargo, la historia cambiaría.

Saleh Al-Shehri fue el autor del gol del empate.

El segundo tiempo fue un torbellino saudí. Los asiáticos se impusieron en el terreno de juego, tan en los físico, como en lo futbolístico. Aplicando una dosis letal de eficacia, con solo dos remates al arco, Arabia Saudita remontó el resultado. En el minuto 48, Saleh Al- Shehri igualaba el marcador luego de una pelota dividida que no se cortó por parte de la zaga central, el delantero centro castigó de pierna zurda al palo de la mano izquierda de ‘Dibu’ Martínez.

Los halcones verdes sumaron sus primeros tres puntos.

En un remolino de cinco minutos, Salem Al- Dawsari ponía las cosas en su sitio para adelantar a los halcones. Un golazo por la escuadra hizo temblar a los miles de aficionados argentinos que quedaron en un absoluto silencio. Su respuesta quedó un conjunto argentino que, sin Messi enchufado, se le hizo difícil filtrar algún balón en profundidad. Arabia Saudita con un bloque corto y adelantado neutralizó las salidas por dentro. A pesar de las variantes ejecutadas por Scaloni, el conjunto albiceleste se desnaturalizó como equipo. Apelando más a la individualidad que al juego de conjunto.

Se le complicó el grupo al seleccionado argentino. No perdía su primer partido de fase de grupos desde Italia 90′ frente a Camerún, es por eso que se hace algo estruendosa la derrota. El mote de favorito pesa, tanto, que las ilusiones pueden volverse un batacazo como el de hoy. Argentina tendrá que reajustar y poner quienes verdaderamente estén en condiciones para disputar esta copa del mundo. De lo contrario, seremos testigos de otro sin sabor mundialista.

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