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El conjunto dirigido por Didier Deschapms se destapó en goles, en una noche inspirada de Mbappe. Francia busca la defensa del titulo.

Adrien Rabiot puso el empate momentáneo en el primer tiempo.

En su debut en la copa del mundo, la selección de Francia se enfrentaba al conjunto australiano. Con tantas bajas en la previa, los ‘galos’ impusieron condiciones. Pero quien empezó golpeando fue el conjunto australiano. Alrededor del minuto 9, Craig Goodwin castigó de pierna derecha ante la salida de Hugo Lloris, en donde todo parecía salirse de las manos al actual campeón del mundo. Pero la remontada tardó tan solo 18 minutos. Adrien Rabiot empataba con un cabezazo certero al palo de la mano derecha de la portería australiana tras un centro de Theo Hernández.

Y casi acto seguido, en un estado de animo invencible, los franceses se pondrían en ventaja. Una jugada combinada por izquierda de Rabiot y Griezmann finalizaría con gol de goleador de Olivier Giroud. El ariete del Milán llegaba a 51 tantos con la casaca azul, igualando el récord de Thierry Henry como máximo goleador. Una remontada consumada en cuatro minutos fue suficiente para neutralizar el animo de Australia.

Con doblete, Olivier Giroud se trepo como el máximo goleador en la historia de la selección francesa.

La segunda parte seria sinfonía. Kilyan Mbappe fue el actor de principal de una pelicula de acción pura. Primero, marcando un gol de cabeza en el minuto 62 tras un centro por derecha de Ousmanne dembelé. Luego, en una galopada incesante por sector izquierdo que derivó en un centro pinchado para el doblete de Giroud. Ahora si se convertía en el que más veces marco goles con la selección de Francia, luego de que la clavará de cabeza ante la salida de la zaga australiana en el minuto 71. El 4-1 virtualizaría un resultado en detrimento del juego.

Kylian Mbappe llegaría a 5 tantos marcados en una copa del mundo.

Tras las constantes lesiones y bajas de los dirigidos por Didier Deschamps, los ‘galos’ se repusieron a la adversidad. La polivalencia de Tchouameni en la mitad de la cancha fue vital para resguardar el entramado defensivo de Francia. Con un Antoine Griezmann discreto y sin mucha influencia en el juego, supieron explotar al 10 de francia: Kylian Mbappe. El seleccionado francés esta a puertas de romper el maleficio del campeón. Por su parte, el combinado australiano se resignó a la superioridad rival, dispuesto a tirarse a defender con la esperanza de cazar un contragolpe que nunca llegó.

Francia se medirá en su próximo compromiso frente a Dinamarca en el gran duelo del grupo D. Mientras que Australia se enfrentará a Túnez en busca de sus primeros tres puntos.

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