Señores, hoy nos jugamos el partido internacional más importante de los últimos 14 años. Desde aquellos cuartos de Copa Libertadores del 2004 contra River Plate, no llegábamos a unos cuartos de final.
Recuerdo a mís tíos y a mi viejo, hablarme con nostalgia de aquel equipo mágico al que solo los penales pudieron negarle la dicha de ser campeón de América en el 99′. Y es que hasta hace algún tiempo, al escucharlos sentía que esa hazaña comandada por los goles de Don Víctor Bonilla y las pinceladas de filigrana de Mayer, fue hace mucho y veía tan lejana, diáfana y etérea la posibilidad de que en nuestro presente volviéramos a rememorar siquiera algo similar.
Pero hoy, casi 20 años después, esta vez en Copa Sudamericana, el destino, a veces tan caprichoso, nos vuelve a sonreír, y nosotros parace que volvimos a despertar. Ahora, aquel sueño que describí atrás con tantos adjetivos se me provoca alcanzable, cercano, y posible. Estamos a 90 minutos de volver a una semifinal continental, de volver a codearnos con los mejores del continente. Esta vez liderados por los goles del ‘Pepe’ y las atajadas magistrales de Vargas.
¡Déjenme soñar! Déjenme imaginar que hoy el Deportivo Cali, volverá a estar en una instancia que toda una generación de hinchas no ha podido saborear. Déjenme soñar con continuar ocupando gran parte de mi cabeza y mi tiempo en pensar cómo carajos es que vamos a pasar de fase. ¡Vamos Cali!